Aquí os dejamos una muestra más del trabajo realizado: un minicuento sobre monstruos escrito de forma colectiva tras la lectura de diversos libros relacionados con el tema:
El señor Empastes (dentista), se encontró
con un monstruo con 1000 dientes que no
podía curar. Este monstruo era grande y
peludo. Al verlo, el señor Empastes, se quedó con la boca abierta porque
los dientes eran muy afilados. Como no
podía curarlo, lo mandó de vuelta al zoo de Barcelona. A su vuelta al zoo, el monstruo, se miró y dijo: “si tengo los dientes
blancos” y de lo contento que estaba se subió a una tirolina y de repente se
cayó al suelo. Al caerse al suelo de
cabeza, se hizo daño y se le cayeron los dientes. En este momento el monstruo pensó, ya no
tengo que ir al dentista para arreglarme la boca.
Colorín colorete, por la chimenea sale un
cohete.